UNA X, UNA CRUZ




Una “x” en la quiniela de la vida



Queridos hermanos y amigos: paz y bien.
Ya hemos acabado algunas competiciones deportivas como la liga de fútbol, que siempre arroja alegrías y sinsabores en los aficionados. Terminan también las quinielas con las que cada domingo no pocas personas se asomaban al acertijo de la fortuna tratando de adivinar cómo quedarían los resultados de los partidos de fútbol. Y así, con los que ganaban el encuentro o los que perdían, se iba poniendo un signo en la casilla del “1” o el “2”. Pero había otra opción: el empate de quien ni gana ni pierde. Esta era la opción de la “x”.
No siempre la “x” es signo de empate. Hay al menos una casilla en la que poniendo ese signo se gana una buena causa. Me estoy refiriendo a lo que en mayo y junio estamos haciendo los contribuyentes con nuestra declaración de la renta, dentro de ese apartado en el que podemos elegir que un 0’7 % de cuanto se recauda con nuestros impuestos vaya destinado al sostenimiento de la Iglesia Católica o elegir también marcar la casilla a favor de “otros fines sociales”. No son dos casillas excluyentes, sino que se pueden marcar las dos o alguna de ellas. Se trata de un derecho de los ciudadanos contribuyentes por medio del cual le decimos al Estado que una parte de la recaudación obtenida por la Administración la queremos asignar a la Iglesia Católica y/o a otros fines sociales.
La labor que realiza la Iglesia en el campo religioso, cultural, educativo, benéfico, necesita de una ayuda por parte de la sociedad. No es una factura que pasamos ni un privilegio que reclamamos, sino una ayuda que solicitamos a quien libre y generosamente nos la quiera ofrecer. La sociedad encauza de varios modos la ayuda a instituciones que realizan una función importante que redunda en el bien de las personas: pensemos en organismos deportivos, educativos, culturales, sindicales y políticos. La Iglesia Católica desde su identidad religiosa sigue haciendo el bien en tantos campos con verdadera entrega y enorme gratuidad atendiendo a las necesidades religiosas de nuestro pueblo, así como acompañando la educación integral de las personas, el cuidado del vasto patrimonio artístico y cultural, y respondiendo a los retos sociales que reclaman una mano tendida de ayuda real a tantos rostros de pobreza, de soledad y de marginación como sigue generando la moderna sociedad.
Es pedir esa ayuda para poder ayudar. No se trata de pedir cosas indebidas sino un modo de asignar ese porcentaje de la recaudación del Estado, para poder llevar adelante la labor religiosa, social y cultural de la Iglesia Católica. Como han recordado los responsables de la Conferencia Episcopal en esta campaña que estamos realizando a favor de la “x” para la Iglesia, al destinar un 0,7% de sus impuestos a esta tarea no "le supone al contribuyente ni pagar más ni que le devuelvan menos". Es marcar esa “x” para que se pueda percibir esa ayuda que cubre aproximadamente sólo el 25% del presupuesto que tiene la Iglesia. El resto tendrá que obtenerse a través de nuestra colaboración directa con donativos y limosnas.
Animo a todos los católicos de nuestra diócesis a que marquen esa casilla con la “x” a favor de la Iglesia Católica y que la marquen también a favor de otros fines sociales. Animo también a cuantos no siendo católicos quieran ayudar a la Iglesia en esta tarea de beneficio a la entera sociedad. Ante tanto bien que debemos y queremos hacer, que no sea por falta de ayuda por lo que no lleguemos. Es así de sencillo participar en la quiniela de la vida, cuando poniendo una “x” apostamos para que gane el bien. Dios os lo pague.
Recibid mi afecto y mi bendición.
+ JESUS SANZ MONTES,OFM

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