San Patricio es el famoso patrón de Irlanda, cuyo día se celebra el 17 de marzo. Pero, el verdadero nombre de San Patricio era Maewyn Succat, y se sabe que nació en la Gran Bretaña romana allá por el 400. Su padre se llamaba Calpornius y fue diácono en la aldea de Bannavern Taburniae. Su familia fue bastante rica y creció con todo lujo.
Realmente, según cuentan los escritos, en su infancia Maewyn era un chico rebelde para el cristianismo. Se saltaba todos los mandamientos, no obedecía los dictámenes de su padre, no acudía a la iglesia. Esta independencia moral pronto le trajo problemas. Sus correrías por la costa inglesa le valieron estar cerca de los secuestros de los piratas, como así fue a la edad de 16 años.
Maewyn fue hecho prisionero durante seis años. En aquellos tiempos la esclavitud era bastante común y los derechos humanos un fenómeno totalmente desconocido. Los irlandeses paganos no eran muy suaves en el trato con sus esclavos, por lo que el joven Maewyn tuvo que soportar importantes trabajos forzados. Sobrevivió a los malos tratos, y descubrió en su soledad y en su angustia la llama de la religión.
Un día llegó a la conclusión de que sus malos hábitos en el pasado le habían llevado a la esclavitud. Así pues necesitaba arrepentirse de sus pecados. Parece que sus oraciones surtieron efecto, porque, según cuenta la leyenda, una noche, se soltaron los grilletes que le atenazaban.
Rápidamente, dejó el rebaño de ovejas que le habían encomendado pastorear y se escapó hacia la costa. Allí los barcos no querían recogerlo, pues no tenía dinero y no creían en sus súplicas de que su familia pagaría el viaje en cuanto le llevaran a casa. Maewyn comenzó a rezar… A los pocos días,
Tres días después tocaron tierra firme y continuaron a pie durante 28 días. Se trató de una ardua caminata. El capitán, un poco cansado ya de las oraciones de Maewyn, le sugería al joven que rezara en especial porque pudiesen encontrar algo de alimento en su viaje. Entonces oró debidamente y esa misma noche llegaron hasta un lugar donde pudieron pasar la noche y comer hasta hartarse.
A partir de entonces fue un viaje fácil. Maewyn logró volver con su familia y permaneció un tiempo con ellos. Pero él ya había decidido convertirse en sacerdote, sobre todo después de la ayuda que había recibido de Dios en su cautiverio. Así pues, puso rumbo a Francia, donde estudió para el sacerdocio. Tenía un tío en Tours que le facilitó enormemente su estancia y sus estudios.
Tiempo después completó su formación de sacerdote y adoptó el nombre por el cual iba a ser conocido a partir de ahora, Patricio. Para hacer una labor más ardua en su sacerdocio, quiso elegir como destino Irlanda, el lugar donde había permanecido de esclavo en su juventud. Así pues, marchó a la isla, permaneciendo allí durante 30 años. Escribió muchos textos, aunque sólo han llegado dos hasta nuestros días, la Epístola a Coroticus y la Confessio.
San Patricio realizó grandes trabajos en Irlanda, promoviendo el cristianismo, realizando monasterios, iglesias. Hasta que murió el 17 de marzo del 460, fecha que los irlandeses la celebran como el día de su venerado patrón.
Cristo conmigo,
Cristo dentro de mí,
Cristo detrás de mí,
Cristo delante de mí,
Cristo a mi derecha,
Cristo en mi casa,
Cristo en mi camino,
Cristo en mi puesto de trabajo,
Cristo en todo los ojos que me ven,
Cristo en todos los oídos que me escuchan,
Cristo en la boca de todo aquel que me habla,
Cristo en el corazón de todo aquel que piensa en mí,
Cristo conmigo y yo con Él,
Cristo Siempre y en todas partes.
Amén.
Dios Todopoderoso,
que hiciste del obispo San Patricio
un predicador incansable del misterio
de la Santísima Trinidad,
y por medio de signos y prodigios
confirmaste la verdad de su predicación,
te pedimos que, a ejemplo suyo,
prediquemos con ardor el Evangelio de tu Hijo.
Por Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.
Amén.
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