Respuesta del Comisario Pontificio de Lumen Dei a la carta del Arzobispo Emérito del CuzcoRdmo. y Excmo. Señor D. Alcides Mendoza Castro Arzobispo Emérito de Cuzco
Señor Arzobispo,Ante todo quiero agradecerle el gesto de atención y fraternidad que ha tenido conmigo al hacerme conocer la Nota que ha enviado a la prensa y medios de opinión pública acerca de la situación creada en torno a Lumen Dei.Comprendo perfectamente su interés por todo lo que se refiera a Lumen Dei y respeto muy sinceramente sus sentimientos de afecto y responsabilidad ante esta obra admirable. Pero no puedo ocultarle que su Nota me ha llenado de extrañeza y de dolorCon la misma sencillez y confianza con la que Vd. me ha hablado, yo puedo decirle que las informaciones que le han llegado no son verdaderas ni reflejan realmente la situación.Ese esquema de unos calumniadores malos y unos responsables de Lumen Dei prudentes e injustamente perseguidos no responde a la realidad. Sencillamente no es verdadero.Hubo unos hechos extraños, todos los que hemos tenido relación con este asunto, estamos convencidos de que algo extraño hubo, aunque también parece cierto que aquello fue deformado y oscurecido. Unos agrandaron su gravedad asustados por lo que les parecía un hecho grave, y otros quisieron encubrirlo todo recurriendo a unas explicaciones arbitrarias de apariencia semi mística que todavía complicaron más laq situación.En este contexto, algunos miembros de Lumen Dei pensaron que debían en conciencia informar a los Superiores eclesiásticos, y así lo hicieron enviando información al Obispo de Cuenca y a la Sta. Sede. Eso es lo que el mismo P. Molina les había aconsejado que hicieran cuando se pudiera presentar un problema en Lumen Dei. Este hecho de informar a los Superiores fue castigado con la expulsión drástica de estas personas, como si acudir a los Superiores fuera un delito.Con esto se creó un clima de sospechas, divisiones, exclusiones, recursos y contra recursos que alarmó a la Congregación y hacía muy inoportuna la celebración del Capítulo de elecciones que tenía que hacerse en un plazo breve.Esta situación de división y confusión, ante la inminencia del Capítulo, y la dificultad de aclarar la situación desde fuera, fue la causa inmediata de que la Congregación se decidiera a tomar la medida extraordinaria de nombrar un Comisario Pontificio con atribuciones de Presidente General que pudiera aclarar las cosas desde dentro y restablecer la paz y la concordia en Lumen Dei.Todavía no sé por qué acudieron a mí. Yo no tenía ninguna relación con todo este asunto. Acepté por obedecer y servir a la Iglesia y me está costando mucho trabajo y mucha preocupación. Al nombrarme, la Congregación me indicó que mi primera preocupación tenía que ser recuperar la paz y la concordia interna de Lumen Dei para poder preparar adecuadamente el Capítulo de elecciones. Y así lo intenté en mis primeros pasos como Comisario Pontificio.Me acerqué a la Sede Central, hablé bastantes horas con los dirigentes, en conjunto y por separado y llegué a pensar que estábamos en el buen camino. Intenté primero escucharles, hablé personalmente durante varias horas con el P. Mahía, le propuse las posibilidades que yo veía de resolver su situación y de comenzar a recomponer la unidad y la confianza en Lumen Dei. Pero todo se vino al traste cuando el equipo responsable, en concreto los PP. Zavala, Mahía y el Hno. Cabezas se negaron en redondo a reconocer la validez del Decreto de la Congregación por el que se hace mi nombramiento. Para ellos este decreto es NULO. En consecuencia no me admiten como Superior legítimo. Y no admiten ningún diálogo sobre el tema. Sus argumentos son muy discutibles. Pero su actitud es absolutamente irremovible. Han recurrido a la Signatura Apostólica. Tienen derecho a hacerlo. Pero ahora tienen la exigencia de que se mantenga el Decreto congelado mientras la Signatura no resuelva su recurso, a pesar de que la misma Signatura ha dicho oficialmente que el recurso no es suspensivo y que procede ejecutar el Decreto y actuar en consecuencia mientras la autoridad competente no diga otra cosa. Todo esto no vale de nada. El P. Zavala y sus colaboradores pretenden hacer valer su opinión por encima de la competencia de la Congregación y a pesar de todas sus explicaciones.La Congregación ha escrito al P. Zavala prohibiéndole presentarse y actuar como Presidente General. Todo es inútil, Están difundiendo una explicación falsa de los hechos. Han prohibido a todos los miembros de Lumen Dei comunicarse conmigo, les han cortado toda información, pretenden mantener el control de la asociación en contra de la clara y reiterada voluntad de la Santa Sede. De esta forma los problemas iniciales han quedado del todo desbordados.El problema grave que hoy se ha manifestado en Lumen Dei es la falta de obediencia y de comunión eclesial, favorecida y mantenida por los antiguos superiores al no aceptar la autoridad de la Santa Sede y pretender seguir gobernando la Asociación en contra de la voluntad de la Iglesia. Da miedo pensar a donde les puede conducir esta actitud si no recapacitan y se corrigen a tiempo aceptando la autoridad de la Iglesia. ¿Como se puede pensar que la intervención de la Santa Sede esté hecha a la ligera, sin motivaciones suficientes y pueda poner en peligro la existencia y la autenticidad de Lumen Dei? Lo que sí la está poniendo en peligro es la actitud de quienes pretenden seguir siendo sus superiores por cuenta propia, en contra de la autoridad de la Iglesia. ¿Cree Vd. Señor Arzobispo que sería ésta la actitud del buen P. Molina? Todo esto le puede parecer muy extraño, pero es la pura verdad que yo mismo he podido comprobar, con sorpresa y con gran dolor.De todo esto he informado al Sr. Arzobispo de Cuzco, Mons. Ugarte. Entiendo que S. Emcia. tendría que ponerse en contacto con él y con la misma Santa Sede para tener una información objetiva y correcta. Le envío alguna información complementaria y quedo enteramente a su disposición para cuanto desee conocer. Reciba un cordial saludo de su afmo. en el Señor,+ Fernando Sebastián Aguilar, CMFComisario Pontificio para ULDmartes 19 de agosto de 2008La Signatura Apostólica ha hablado sobre Lumen DeiEl pasado 5 de agosto de 2008, en carta dirigida al P. Daniel Zavala y con copia a los miembros de Lumen Dei, la Signatura Apostólica ha vuelto a recordar que el recurso presentado por el P. Zavala "no suspende ex iure la ejecución del acto administrativo inpugnado". Esta carta es un recordatorio de lo que ya manifestó la Signatura Apostólica en su día a la Congregación para los Intitutos de Vida Consagrada. La Santa Sede recuerda que tanto la destitución por parte de la Congregación del Vaticano del P. Daniel Zavala como Presidente General de Lumen Dei el pasado 14 de mayo, como la posterior destitución de todo el Gobierno general de Lumen Dei, son plenamente válidas.Igualmente es plenamente válido y está en vigor, el nombramiento del Arzobispo Emérito de Pamplona, Monseñor Fernando Sebastián Aguilar, como Comisario Pontificio para Lumen Dei con facultades de Superior General, como ya ha sido reconocido civilmente por el Ministerio de Justicia español, a todos los efectos, en virtud del Concordato con la Santa Sede.lunes 18 de agosto de 2008El Comisario Pontificio de Lumen Dei informaComo responsable de la vida de Lumen Dei, con la mayor sencillez y el mejor afecto quiero informarle de los datos verdaderos en lo referente a mi nombramiento como Comisario Pontificio con autoridad y competencias de Presidente General de Unión Sacerdotal LD y Unión Lumen Dei.El P. Zavala y sus colaboradores dicen que el Decreto de la Congregación por el que se hace mi nombramiento es un Decreto NULO sin ningún efecto jurídico. Esto no es cierto. Mi nombramiento ha sido confirmado por la Santa Sede en dos ocasiones distintas, a pesar de las impugnaciones que ha hecho el P. Zavala. Es cierto que el Derecho canónico no menciona la posibilidad de nombrar un Comisario Pontificio en relación con las Asociaciones privadas, sino que lo menciona solo en relación con las Asociaciones públicas. Sin embargo, hay que tener en cuenta, que
1.Unión Sacerdotal Lumen Dei es una Asociación Pública. Por lo tanto no habría ninguna objeción respecto de todo lo que es Unión Sacerdotal. Aun así el P. Zavala no reconoce la autoridad de la Santa Sede.
2.Los expertos consultados dicen que, aunque el Código no mencione esta medida al hablar de las asociaciones privadas, tampoco la excluye. En ninguna parte se dice que algo semejante no pueda hacerse cuando las circunstancias lo aconsejen.
3.También es innegable que Lumen Dei funciona como una sola Asociación, cuya naturaleza jurídica las mismas Constituciones la dejan abierta y en manos de la Santa Sede.
4.En cualquier caso, si se quiere impugnar la validez de mi nombramiento, como ha hecho el P. Zavala, habrá que esperar que alguien con autoridad superior a la Congregación, declare la nulidad, pero de ninguna manera esta nulidad puede ser decidida por un particular especialmente afectado. En concreto, solo la Signatura Apostólica tiene autoridad para invalidar el Decreto de la Congregación. La misma Signatura ha dicho que el recurso presentado no suspende la ejecución del Decreto de la Congregación y en consecuencia hay que tener por válido mi nombramiento mientras la Signatura no diga lo contrario. El P. Zavala hace prevalecer su opinión particular en contra de la autoridad de la Congregación y de la misma Signatura Apostólica. Yo le digo al P. Zavala que las decisiones de la Santa Iglesia las tenemos que obedecer con la misma prontitud, y aun mayor, con que inculcamos la obediencia a los Superiores internos de Lumen Dei.
5.La dificultad que aducen por la naturaleza privada de los bienes de PRODEIN y de Testimonio es también una dificultad sin fundamento. El Comisario Pontificio interviene en el gobierno de Unión Lumen Dei no como un agente exterior a Lumen Dei, sino como Presidente General, con las mismas atribuciones y con los mismos derechos y limitaciones como lo han hecho anteriormente los otros Presidentes Generales.
Hay que saber que la Santa Sede, además de destituir al P. Zavala de su cargo de Presidente General, le ha prohibido expresamente que se presente y actúe como tal, y además ha destituido a todos los Consultores miembros del Consejo General. Por encargo de la Santa Sede, yo les he comunicado oficialmente esta decisión.
El caso es que nos encontramos ante una situación grave de desobediencia a la Santa Sede, que los miembros de Lumen Dei tienen que conocer para poder alinearse en conciencia con la autoridad y la comunión con la Santa Iglesia Católica que en este momento, en Lumen Dei, representa el Comisario Pontificio.
En consecuencia, hoy, los miembros de Lumen Dei que quieran estar en comunión con la Iglesia católica, tienen que aceptar el nombramiento del Comisario Pontificio hecho y confirmado válidamente por la Santa Sede mediante un Decreto de la Congregación para los Institutos de la Vida Consagrada, con fecha 15 de mayo. Es una pena que la resistencia de unas pocas personas les mantengan en el error y les obliguen a tener que distanciarse de quienes han sido hasta ahora sus Superiores legítimos, para mantenerse en la obediencia y en la comunión con la Santa Madre Iglesia.
Todo esto es doctrina firme y verdadera.
Los miembros de Lumen Dei la pueden comentar con quienes quieran, de dentro y de fuera de la Asociación, con toda libertad, según su buen parecer. Ya comprendo que esta situación ha de resultar molesta y puede crear problemas de conciencia, pero poco a poco se va sabiendo la verdad y las personas se van manifestando con libertad según su conciencia y en perfecta comunión con la Iglesia católica. Les animo a que pregunten a personas entendidas y santas para que les ayuden a orientarse según la sana doctrina y la recta conciencia.
Sepan todos que estoy a vuestra disposición para aclarar estos puntos cuanto sea necesario.
Oremos con humildad y confianza para que la verdad de Dios ilumine nuestras almas y crezca nuestra caridad, en el interior de Lumen Dei y en la gran comunión de la Iglesia Católica en cuya obediencia quisieron vivir y morir los fundadores de Lumen Dei.
Madrid, 28 de julio de 2008
+ Fernando Sebastián Aguilar, C.M.F.
Señor Arzobispo,Ante todo quiero agradecerle el gesto de atención y fraternidad que ha tenido conmigo al hacerme conocer la Nota que ha enviado a la prensa y medios de opinión pública acerca de la situación creada en torno a Lumen Dei.Comprendo perfectamente su interés por todo lo que se refiera a Lumen Dei y respeto muy sinceramente sus sentimientos de afecto y responsabilidad ante esta obra admirable. Pero no puedo ocultarle que su Nota me ha llenado de extrañeza y de dolorCon la misma sencillez y confianza con la que Vd. me ha hablado, yo puedo decirle que las informaciones que le han llegado no son verdaderas ni reflejan realmente la situación.Ese esquema de unos calumniadores malos y unos responsables de Lumen Dei prudentes e injustamente perseguidos no responde a la realidad. Sencillamente no es verdadero.Hubo unos hechos extraños, todos los que hemos tenido relación con este asunto, estamos convencidos de que algo extraño hubo, aunque también parece cierto que aquello fue deformado y oscurecido. Unos agrandaron su gravedad asustados por lo que les parecía un hecho grave, y otros quisieron encubrirlo todo recurriendo a unas explicaciones arbitrarias de apariencia semi mística que todavía complicaron más laq situación.En este contexto, algunos miembros de Lumen Dei pensaron que debían en conciencia informar a los Superiores eclesiásticos, y así lo hicieron enviando información al Obispo de Cuenca y a la Sta. Sede. Eso es lo que el mismo P. Molina les había aconsejado que hicieran cuando se pudiera presentar un problema en Lumen Dei. Este hecho de informar a los Superiores fue castigado con la expulsión drástica de estas personas, como si acudir a los Superiores fuera un delito.Con esto se creó un clima de sospechas, divisiones, exclusiones, recursos y contra recursos que alarmó a la Congregación y hacía muy inoportuna la celebración del Capítulo de elecciones que tenía que hacerse en un plazo breve.Esta situación de división y confusión, ante la inminencia del Capítulo, y la dificultad de aclarar la situación desde fuera, fue la causa inmediata de que la Congregación se decidiera a tomar la medida extraordinaria de nombrar un Comisario Pontificio con atribuciones de Presidente General que pudiera aclarar las cosas desde dentro y restablecer la paz y la concordia en Lumen Dei.Todavía no sé por qué acudieron a mí. Yo no tenía ninguna relación con todo este asunto. Acepté por obedecer y servir a la Iglesia y me está costando mucho trabajo y mucha preocupación. Al nombrarme, la Congregación me indicó que mi primera preocupación tenía que ser recuperar la paz y la concordia interna de Lumen Dei para poder preparar adecuadamente el Capítulo de elecciones. Y así lo intenté en mis primeros pasos como Comisario Pontificio.Me acerqué a la Sede Central, hablé bastantes horas con los dirigentes, en conjunto y por separado y llegué a pensar que estábamos en el buen camino. Intenté primero escucharles, hablé personalmente durante varias horas con el P. Mahía, le propuse las posibilidades que yo veía de resolver su situación y de comenzar a recomponer la unidad y la confianza en Lumen Dei. Pero todo se vino al traste cuando el equipo responsable, en concreto los PP. Zavala, Mahía y el Hno. Cabezas se negaron en redondo a reconocer la validez del Decreto de la Congregación por el que se hace mi nombramiento. Para ellos este decreto es NULO. En consecuencia no me admiten como Superior legítimo. Y no admiten ningún diálogo sobre el tema. Sus argumentos son muy discutibles. Pero su actitud es absolutamente irremovible. Han recurrido a la Signatura Apostólica. Tienen derecho a hacerlo. Pero ahora tienen la exigencia de que se mantenga el Decreto congelado mientras la Signatura no resuelva su recurso, a pesar de que la misma Signatura ha dicho oficialmente que el recurso no es suspensivo y que procede ejecutar el Decreto y actuar en consecuencia mientras la autoridad competente no diga otra cosa. Todo esto no vale de nada. El P. Zavala y sus colaboradores pretenden hacer valer su opinión por encima de la competencia de la Congregación y a pesar de todas sus explicaciones.La Congregación ha escrito al P. Zavala prohibiéndole presentarse y actuar como Presidente General. Todo es inútil, Están difundiendo una explicación falsa de los hechos. Han prohibido a todos los miembros de Lumen Dei comunicarse conmigo, les han cortado toda información, pretenden mantener el control de la asociación en contra de la clara y reiterada voluntad de la Santa Sede. De esta forma los problemas iniciales han quedado del todo desbordados.El problema grave que hoy se ha manifestado en Lumen Dei es la falta de obediencia y de comunión eclesial, favorecida y mantenida por los antiguos superiores al no aceptar la autoridad de la Santa Sede y pretender seguir gobernando la Asociación en contra de la voluntad de la Iglesia. Da miedo pensar a donde les puede conducir esta actitud si no recapacitan y se corrigen a tiempo aceptando la autoridad de la Iglesia. ¿Como se puede pensar que la intervención de la Santa Sede esté hecha a la ligera, sin motivaciones suficientes y pueda poner en peligro la existencia y la autenticidad de Lumen Dei? Lo que sí la está poniendo en peligro es la actitud de quienes pretenden seguir siendo sus superiores por cuenta propia, en contra de la autoridad de la Iglesia. ¿Cree Vd. Señor Arzobispo que sería ésta la actitud del buen P. Molina? Todo esto le puede parecer muy extraño, pero es la pura verdad que yo mismo he podido comprobar, con sorpresa y con gran dolor.De todo esto he informado al Sr. Arzobispo de Cuzco, Mons. Ugarte. Entiendo que S. Emcia. tendría que ponerse en contacto con él y con la misma Santa Sede para tener una información objetiva y correcta. Le envío alguna información complementaria y quedo enteramente a su disposición para cuanto desee conocer. Reciba un cordial saludo de su afmo. en el Señor,+ Fernando Sebastián Aguilar, CMFComisario Pontificio para ULDmartes 19 de agosto de 2008La Signatura Apostólica ha hablado sobre Lumen DeiEl pasado 5 de agosto de 2008, en carta dirigida al P. Daniel Zavala y con copia a los miembros de Lumen Dei, la Signatura Apostólica ha vuelto a recordar que el recurso presentado por el P. Zavala "no suspende ex iure la ejecución del acto administrativo inpugnado". Esta carta es un recordatorio de lo que ya manifestó la Signatura Apostólica en su día a la Congregación para los Intitutos de Vida Consagrada. La Santa Sede recuerda que tanto la destitución por parte de la Congregación del Vaticano del P. Daniel Zavala como Presidente General de Lumen Dei el pasado 14 de mayo, como la posterior destitución de todo el Gobierno general de Lumen Dei, son plenamente válidas.Igualmente es plenamente válido y está en vigor, el nombramiento del Arzobispo Emérito de Pamplona, Monseñor Fernando Sebastián Aguilar, como Comisario Pontificio para Lumen Dei con facultades de Superior General, como ya ha sido reconocido civilmente por el Ministerio de Justicia español, a todos los efectos, en virtud del Concordato con la Santa Sede.lunes 18 de agosto de 2008El Comisario Pontificio de Lumen Dei informaComo responsable de la vida de Lumen Dei, con la mayor sencillez y el mejor afecto quiero informarle de los datos verdaderos en lo referente a mi nombramiento como Comisario Pontificio con autoridad y competencias de Presidente General de Unión Sacerdotal LD y Unión Lumen Dei.El P. Zavala y sus colaboradores dicen que el Decreto de la Congregación por el que se hace mi nombramiento es un Decreto NULO sin ningún efecto jurídico. Esto no es cierto. Mi nombramiento ha sido confirmado por la Santa Sede en dos ocasiones distintas, a pesar de las impugnaciones que ha hecho el P. Zavala. Es cierto que el Derecho canónico no menciona la posibilidad de nombrar un Comisario Pontificio en relación con las Asociaciones privadas, sino que lo menciona solo en relación con las Asociaciones públicas. Sin embargo, hay que tener en cuenta, que
1.Unión Sacerdotal Lumen Dei es una Asociación Pública. Por lo tanto no habría ninguna objeción respecto de todo lo que es Unión Sacerdotal. Aun así el P. Zavala no reconoce la autoridad de la Santa Sede.
2.Los expertos consultados dicen que, aunque el Código no mencione esta medida al hablar de las asociaciones privadas, tampoco la excluye. En ninguna parte se dice que algo semejante no pueda hacerse cuando las circunstancias lo aconsejen.
3.También es innegable que Lumen Dei funciona como una sola Asociación, cuya naturaleza jurídica las mismas Constituciones la dejan abierta y en manos de la Santa Sede.
4.En cualquier caso, si se quiere impugnar la validez de mi nombramiento, como ha hecho el P. Zavala, habrá que esperar que alguien con autoridad superior a la Congregación, declare la nulidad, pero de ninguna manera esta nulidad puede ser decidida por un particular especialmente afectado. En concreto, solo la Signatura Apostólica tiene autoridad para invalidar el Decreto de la Congregación. La misma Signatura ha dicho que el recurso presentado no suspende la ejecución del Decreto de la Congregación y en consecuencia hay que tener por válido mi nombramiento mientras la Signatura no diga lo contrario. El P. Zavala hace prevalecer su opinión particular en contra de la autoridad de la Congregación y de la misma Signatura Apostólica. Yo le digo al P. Zavala que las decisiones de la Santa Iglesia las tenemos que obedecer con la misma prontitud, y aun mayor, con que inculcamos la obediencia a los Superiores internos de Lumen Dei.
5.La dificultad que aducen por la naturaleza privada de los bienes de PRODEIN y de Testimonio es también una dificultad sin fundamento. El Comisario Pontificio interviene en el gobierno de Unión Lumen Dei no como un agente exterior a Lumen Dei, sino como Presidente General, con las mismas atribuciones y con los mismos derechos y limitaciones como lo han hecho anteriormente los otros Presidentes Generales.
Hay que saber que la Santa Sede, además de destituir al P. Zavala de su cargo de Presidente General, le ha prohibido expresamente que se presente y actúe como tal, y además ha destituido a todos los Consultores miembros del Consejo General. Por encargo de la Santa Sede, yo les he comunicado oficialmente esta decisión.
El caso es que nos encontramos ante una situación grave de desobediencia a la Santa Sede, que los miembros de Lumen Dei tienen que conocer para poder alinearse en conciencia con la autoridad y la comunión con la Santa Iglesia Católica que en este momento, en Lumen Dei, representa el Comisario Pontificio.
En consecuencia, hoy, los miembros de Lumen Dei que quieran estar en comunión con la Iglesia católica, tienen que aceptar el nombramiento del Comisario Pontificio hecho y confirmado válidamente por la Santa Sede mediante un Decreto de la Congregación para los Institutos de la Vida Consagrada, con fecha 15 de mayo. Es una pena que la resistencia de unas pocas personas les mantengan en el error y les obliguen a tener que distanciarse de quienes han sido hasta ahora sus Superiores legítimos, para mantenerse en la obediencia y en la comunión con la Santa Madre Iglesia.
Todo esto es doctrina firme y verdadera.
Los miembros de Lumen Dei la pueden comentar con quienes quieran, de dentro y de fuera de la Asociación, con toda libertad, según su buen parecer. Ya comprendo que esta situación ha de resultar molesta y puede crear problemas de conciencia, pero poco a poco se va sabiendo la verdad y las personas se van manifestando con libertad según su conciencia y en perfecta comunión con la Iglesia católica. Les animo a que pregunten a personas entendidas y santas para que les ayuden a orientarse según la sana doctrina y la recta conciencia.
Sepan todos que estoy a vuestra disposición para aclarar estos puntos cuanto sea necesario.
Oremos con humildad y confianza para que la verdad de Dios ilumine nuestras almas y crezca nuestra caridad, en el interior de Lumen Dei y en la gran comunión de la Iglesia Católica en cuya obediencia quisieron vivir y morir los fundadores de Lumen Dei.
Madrid, 28 de julio de 2008
+ Fernando Sebastián Aguilar, C.M.F.
Comisario Pontificio para ULD
No hay comentarios:
Publicar un comentario