PADRE HOYOS







EL GRAN APOSTOL ESPAÑOL DEL CORAZON DE JESUS ES EL VENERABLE SIERVO DE DIOS P. HOYOS,SJ. A QUIEN SE LE APARECIO EL SEÑOR EN LA BASILICA SANTUARIO NACIONAL DE LA GRAN PROMESA DE VALLADOLID Y LE DIJO:"REINARE EN ESPAÑA Y CON MAS VENERACION QUE EN OTRAS PARTES" ESTE DIA 21 SE CELEBRA EL 297º AÑO DE SU NACIMIENTO. ENCOMENDEMONOS A EL, PUES ESTA MUY CERCA SU BEATIFICACION.

Nacimiento y primeros años de Bernardo Francisco de Hoyos

Bernardo de Hoyos nació en Torrelobatón (España) en 1711. Su padre Don Manuel de Hoyos era Secretario del Ayuntamiento de Torrelobatón, pero su familia era originaria de un lugar llamado Hoyos. Su madre Doña Francisca de Seña, nació en Medina del Campo.
El niño fue bautizado a los 16 días con el nombre de Bernardo por deseo de sus padres (nació un 20 de Agosto, memoria litúrgica de San Bernardo de Claraval), y también con el nombre de Francisco, a propuesta del Párroco de la iglesia de Santa María de Torrelobatón donde fue bautizado, poniendo al niño bajo la protección de San Francisco Javier, pues en la iglesia había una talla en madera de este Santo, al que se tenía mucha devoción.
A los 9 años Bernardo recibió el sacramento de la Confirmación en Torrelobatón, a los 10 años fue a estudiar en el colegio de los jesuitas de Medina del Campo, y a los 11 años al colegio de los jesuitas de Villagarcía de Campos. A los 14 años, con el permiso de su familia, fue admitido en el Noviciado de los jesuitas en Villagarcía de Campos. Terminó el Noviciado con casi 17 años, y emitió los votos simples perpetuos. Desde los 17 hasta los 20 años, Bernardo estudió Filosofía en el colegio de los Santos Pedro y Pablo en Medina del Campo. A los 20 años Bernardo comenzó los estudios de Teología en el colegio de San Ambrosio de Valladolid.
Cuando Bernardo tenía 13 años, murió su padre Don Manuel de Hoyos. Este es un fragmento del testamento de Don Manuel: "A mis hijos recomiendo que sean temerosos de Dios y de la propia conciencia, obrando y procediendo bien según sus obligaciones, porque así merecerán el mayor alivio y, sobre todo, el agrado de la misericordia de su Majestad que les guiará y les iluminará para su santo servicio y para permanecer en él hasta la muerte, guardando obediencia, respeto y veneración a su madre, abuelo, tío, y todas las otras personas, a fin de que consigan en esta vida el afecto de todos y en la otra el eterno descanso".
Sobre su madre Doña Francisca, podemos leer estas palabras: "Crió a Bernardo su madre Dª. Francisca con especial esmero y cuidado, diciendo algunas veces que tendría gravísimo escrúpulo del menor descuido, porque si perdía aquel hijo, la daba a conocer el cielo, que le quitaba un Santo grande" (Libro Vida, libro1 capítulo1).
En el siguiente fragmento, se indica como era el joven Bernardo de Hoyos en el colegio: "Era muy puntual a las confesiones y comuniones, que los estudiantes de nuestras aulas de Gramática practican todos los meses, y recibía con suma docilidad los buenos consejos de sus maestros, cuando exhortaban a sus discípulos a la devoción a María Santísima Sª. Nª., a la frecuencia de los Sacramentos, a evitar toda culpa aunque fuese venial, y a los demás ejercicios virtuosos que inspiran los maestros a sus discípulos al tiempo mismo que les enseñan las letras" (Libro Vida, libro1 capítulo1).
Cuando pronunció la fórmula de los votos simples perpetuos, con casi 17 años, escribe el mismo Bernardo lo que sintió en ese momento: “Al empezar a leer la fórmula de los votos vi en la Sagrada Eucaristía al mismo Jesucristo, que me oía, como Juez en su trono, muy afable. Quedé al principio como fuera de mi, al ver tan gran Majestad, mas no fue tanto, que se conociese en lo exterior. Vile venir, y entrar en mi dichosa boca: causó mayor reverencia amorosa, y amor reverente, al verle entrar y estar en mi lengua. Después que pasó la Sagrada Forma, me dijo el Señor estas palabras intelectuales: 'Desde hoy me uno más estrechamente contigo por el amor que te tengo' " (Libro Vida, libro1 capítulo5).

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