Poesía



¿Qué Es Poesía?


¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
En mi pupila tu pupila azul.

¡Qué es poesía! ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía eres tú.
(G. A. Bécquer, 1836/1870)

La oración del ateo


Oye mi ruego Tú, Dios que no existes,
y en tu nada recoge estas mis quejas,
Tú que a los pobres hombres nunca dejas
sin consuelo de engaño. No resistes

a nuestro ruego y nuestro anhelo vistes.
Cuando Tú de mi mente más te alejas,
más recuerdo las plácidas consejas
con que mi ama endulzóme noches tristes.

¡Qué grande eres, mi Dios! Eres tan grande
que no eres sino Idea; es muy angosta
la realidad por mucho que se expande

para abarcarte. Sufro yo a tu costa,
Dios no existente, pues si Tú existieras
existiría yo también de veras

(Miguel de Unamuno, 1864/1936)

¡ZP DIMISIÓN!

El próximo 17 de octubre todos a Madrid, para obligar a dimitir a esos zopencos que se han instalado, desde hace 5 años, en nuestro país queriendo manipularnos, ¡ fuera de la Moncloa, ya! ¡rendiros, porque os tenemos rodeados!

Dinamismos


Dinamismos sociales y poder político

¿Qué confiere dignidad y libertad, confianza y riqueza a una sociedad? La conciencia y la participación, el protagonismo y la decisión de todos y cada uno de los grupos, asociaciones y personas, en su lugar y tiempo debidos. ¿Cuáles son aquellas potencias realmente creadoras y dignificadoras de una sociedad, que la mantienen limpia y libre? ¿Cuáles son sus dinamismos primigenios, no derivables ni subyugables por otros? Los cuatro siguientes: la ciencia, la cultura, la moral y la religión. ¿Qué abarca y significa cada una de ellas para el proceso social y la vida de los ciudadanos?

La primera es la ciencia. Ella es la gran revolución de la era moderna. El hombre ha logrado penetrar en la estructura constituyente de la realidad y desde ahí la ha alterado o recreado, poniéndola al servicio de las necesidades e ilusiones de la vida. El hombre ya no puede ser esclavo de las tormentas ni de los tiranos. En la escuela repetíamos el elogio de Franklin: «Robó a los cielos el rayo y a los tiranos el cetro». De la ciencia proceden los medios y formas de comunicación desde las viejas a las modernísimas, la sanidad, la ordenación económica, el bien estar, el reparto de la riqueza, la esperanza de vida. La ciencia no es la conciencia, pero la una ya no es posible sin la otra.

La segunda es la cultura o la forma en que el hombre se da a sí mismo razón de su lugar en el cosmos, de su tarea en el mundo, de su responsabilidad con el prójimo y de su último destino. Él es voluntad de sentido y a la vez creación de nueva realidad por la literatura, el arte, la música, el teatro, el cine, la obra figurativa popular. La cultura es un elemento constituyente de la vida humana, cuando quiere vivir más allá del instinto zoológico o de la ley de la selva. En la cultura prevalece lo gratuito, la belleza, la esperanza, lo sublime o la ironía para sobreponernos al absurdo o a lo imposible, saltando sobre sus alambradas. Esas creaciones ensanchan y redoblan la vida humana, permitiendo a cada a uno de nosotros vivir las múltiples trayectorias posibles que laten en nuestros entresijos; esos «yos complementarios» de los que hablaba Unamuno. Un país sin esa libertad y creatividad cultural no es una verdadera comunidad de seres espirituales sino un rebaño de los que Rabelais llamaba «moutons de Panurgue».

¿Es también la moral una potencia decisiva? Como conciencia ella es quizá la potencia primordial. La inteligencia y la razón son armas que pueden servir al bien o al mal, orientar hacia la vida o hacia la muerte. La moral es la voluntad de fin, la respuesta al deber, la ordenación al bien, a la verdad y a la perfección, el reconocimiento de la dignidad del prójimo. La moral abre el horizonte más allá de las fronteras que los poderes o carencias de la vida humana nos imponen, rompen las mentiras que se nos introyectan desde fuera, desenmascaran a los violentos, invocando la justicia y las leyes eternas. La debilidad de Antígona es capaz de desafiar a Creonte en nombre de esas normas no escritas que ningún poder político de este mundo puede desconocer ni violar. La moral abre el hombre a la gloria de lo sublime y al sueño de esa utopía que nos engrandece. Plutarco nos trasmite la frase clásica que tantas instituciones educativas de Europa han recogido como divisa: «Navegar es necesario, vivir no es necesario».

En este panorama, ¿dónde situar la religión? Es lo más natural y a la vez lo menos evidente. El hombre, proveniente de la tierra y atenido a la naturaleza, es respiro hacia el Eterno, secreta suplica a un Tú sagrado, adoración y rendida confianza en Dios. Frente al terror del tiempo cíclico ante el eterno retorno que lo condena a la nada o al tedio insoportable de lo mismo, la religión le abre a un rostro personal, que invoca como Dios, su horizonte de eternidad como la plenitud de una vida divina, que ya alumbra la presente y la dignifica. La religión ha determinado la vida humana a lo largo de todos los tiempos porque no es una fase de la historia sino una estructura de la conciencia. Mientras ésta siga alumbrando y no sea apagada por falta de alimento o sofocada por poderes exteriores, la religión será un factor de paz y de esperanza. Ahora bien, si es degradada o corrompida puede ser también un factor de violencia y opresión.

¿Y dónde queda la política? Ella no es una potencia primaria sino secundaria, legítima y sagrada pero relativa a las anteriores, que son las verdaderamente creadoras y liberadoras, sin las cuales aquélla sería duro ejercicio de poder inmisericorde. La tentación de la política es que, en su misión de conjugación o correctivo de esos otros dinamismos, intente anularlos o subyugarlos a lo que son los programas del partido en el poder. Lo mismo que los poderes judicial, legislativo y ejecutivo son diferentes y soberanos, sin poder ser dominados unos por otros en situaciones normales, tampoco aquí un gobierno puede subyugar la ciencia, la cultura, la moral y la religión a su programa elevado a norma suprema.

Tal tensión entre las potencias humanas creadoras por un lado y el poder político por otro es permanente. Deber de la política es acoger, discernir, integrar, apoyar, establecer primacías a la luz de las necesidades y sobre todo ayudar a aquellos que, por la pobreza del origen, carencia de medios o peculiares dificultades históricas, no puedan ayudarse por sí mismos. Pero lo que la política nunca puede hacer es decretar la existencia o no existencia de esos campos desde sus propios presupuestos, reducirlos a silencio, ponerlos a su exclusivo servicio, cercenar posibilidades personales o beneficiar sólo con ayudas económicas a quienes les apoyan o adulan.

Ante esa tentación queda el imperativo de las personas, como individuos y como grupos: tomar la palabra, emprender la acción, mostrar el rechazo ante lo injusto, provocar al diálogo, desenmascarar la ideologización. Sobre todo queda la obligación de no plegarse, no sucumbir al chantaje, rechazar el ascenso, envenenado y ofrecido a cambio de la traición a las convicciones de la propia conciencia, rechazar el dinero, preferir, como Sócrates, la pobreza con dignidad a la riqueza con vilipendio.

Una sociedad que no participa, no es libre. Y es libre cuando es culta, es decir piensa, lee, reflexiona por sí misma, no está a merced de chismes o rumores, propone públicamente razones universalizables, no meras opiniones personales. Hoy casi todos los partidos tienden a suplir a la sociedad y al Estado, poniéndolos a su servicio. Pero ni una ni otro son apropiables por ningún gobierno. La Constitución no puede ser obviada ni por un golpe de Estado ni por una maniobra de rodeo sinuoso, encubridor de una negación real de los contenidos constitucionales.

La actual hora de España reclama remejer las conciencias, despertar las responsabilidades para que esas cuatro potencias sean las columnas que sostienen la casa de la patria. La política no es su soberana sino la sierva que debe velar por ellas. El poder político intenta apropiarse de todo y decidir todo a través de sus inmensas redes, especialmente a través de los jueces y del dinero que corre por arroyos subterráneos. En Alemania queda el recuerdo de aquel emperador que quiso desposeer a un campesino de sus tierras. Este apeló a la justicia. Ante la sentencia favorable al campesino, el pueblo gritó alborozado: «Somos libres porque aún quedan jueces en Berlín». Esta es la encrucijada de España, la hora de su dignidad o de su hundimiento en la miseria. Ahora, sabremos todos quiénes somos todos, cuando aparecen los grandes retos. ¿Seremos como grano que por su peso cae a tierra o como paja que lleva el viento en todas las direcciones? El libro santo ya lo formuló: «Zarandeando la criba, cae el grano y aparecen las granzas» (Ecli 27,5).

Olegario González De Cardedal, Sacerdote.

Cruces del XXI


Un cínico quita los crucifijos


HAY quien tiene amigos con barco en Banús o amigos que juegan al polo en Sotogrande. Yo, aparte de amigos ricos, tengo también un amigo completamente cínico. Rico en poca vergüenza. Con la menos que se despacha. Amigo cínico de cinco estrellas que me da muchos artículo hechos. Como el de hoy. Me llamó el otro día y me dijo, en la conversación que le grabé en el disco duro de mi memoria:
«Mira, te llamo porque como sé que tienes amistad con Joaquín Moeckel, y tengo entendido que aparte de tu abogado es tu apoderado, quiero que le des un toque, para que me reciba en su despacho, ¿pagando, eh?, porque quiero que me presente un recurso en el Tribunal Constitucional, o una querella contra el Gobierno, o lo que sea, él verá qué es lo más efectivo. Es porque me parece poco eso de que nada más que retiren los crucifijos de las escuelas, porque siguen dejando a España en todo lo demás a merced de los curas, que son los que tienen la culpa de todo. Esta crisis tan gorda es por culpa de los curas, porque la gente se pone a rezar a la Virgen de Fátima en vez de apretarse el cinturón, y eso es lo que pasa. El Gobierno mismo, va de Virgen de Fátima, haciendo milagritos y repartiendo limosnas, que si ahora 420 euros, que si ahora 400, que si 2.500 para los bebés, en vez de repartir mierda para todos, que es lo que nos va a tocar.
«¿Que por qué me parece poco que sólo hayan quitado lo de los crucifijos? Porque, mira, eso es una ofensa para los que no creemos en nada: ni en Dios, ni en la Iglesia, ni en los curas, ni en el Papa de Roma, ni en las papas con tomate ni en las papas aliñás. ¿De qué me vale a mí que quiten un crucifijo en una escuela, si se sigue llamando Colegio San Francisco de Paula o Instituto Virgen del Camino? Mira Francia cómo progresa: porque desde la Revolución acabaron con todo lo que oliera a religión. Y aquí tenemos la religión hasta en la sopa, y no te digo ya en las fiestas laborales. Vamos a ver: si yo no creo en la Virgen, y mucho menos que fuera Inmaculada, ¿por qué no voy a poder trabajar el día de la Purísima y tengo que estar de descanso por cojones? ¿Y las Navidades? Si soy maestro, ¿por qué voy a tener vacaciones obligatorias por Navidad, si yo no creo en Cristo y mucho menos que naciera en Belén? Y en Semana Santa, ¿por qué me obligan a no trabajar el Viernes Santo, cuando yo no creo en nada de eso ni en los cofradones jugando a los pasitos?
«Hay en España cosas más agraviantes que los crucifijos en las escuelas, y con ésas hay que acabar cuanto antes en pro de la libertad religiosa. Por eso quiero que me pongas en contacto con Moeckel, menudo recurso vamos a presentar. Porque pisotean el derecho a la libertad religiosa de los que no creemos ni en el número del cupón de los ciegos. Como lo de los nombres religiosos. ¿Por qué hemos de tener un Rey de todos los españoles que se llama Juan Carlos? Eso es una ofensa para los españoles que no creemos ni en San Juan ni en San Carlos. Y el presidente del Gobierno, igual: José Luis, ¡toma, dos santos también, en vez de uno!, por San José y San Luis. Si muchos españoles no creemos en los santos, ¿por qué tenemos dirigentes con esos nombres? Mientras no se llamen Ulises y Acracio, y las mujeres Libertad y Amor, yo me siento discriminado en mi libertad de no creer en nada.
«Incluso la geografía española está contaminada por los curas, y hasta que no acabemos con eso aquí no habrá verdadera libertad religiosa. No hay derecho a que haya una ciudad que se llame San Sebastián, un santo católico. Con razón le han puesto Donosti de mote, porque va contra la libertad religiosa. Y en Cataluña no sé cómo siguen con un pueblo que se llama San Sadurní y con otro que es San Feliú. Hay que acabar con todo esto. Con la papela que me va a hacer Moeckel se van a enterar».
Antonio Burgos, ABC-30/8/2009

El medio ambiente y el desarrollo humano


El tema de la catequesis de ayer ha sido la relación del ser humano con la naturaleza, que es creación de Dios.

El Papa ha explicado que las vacaciones de verano nos han dado a todos la oportunidad para agradecer a Dios el don precioso de la creación, de la cual es posible gozar, no sólo durante los períodos vacacionales.

Aunque ha reconocido que en la actualidad existen problemas con ella:Los diferentes fenómenos de degradación ambientales, y las calamidades naturales que lamentablemente las crónicas de los medios nos señalan, nos reclaman la urgencia por el respeto debido a la naturaleza, recuperando y valorizando en la vida diaria una correcta relación con el ambiente. Hacia estos temas que suscitan la justa preocupación de las autoridades y de la opinión pública, se va desarrollando una nueva sensibilidad que se expresa en la multiplicación de encuentros, incluso en ámbito internacional".

La tierra es un don precioso del creador, que ha diseñado su orden intrínseco, dándonos así las señales orientadoras para poder administrar su creación,siendo éste, el marco en el cual actuamos como seres humanos y como creyentes.

"Es precisamente a partir de esta conciencia que la Iglesia considera las cuestiones relacionadas con el ambiente y su salvaguardia, íntimamente conectadas con el tema del desarrollo humano integral. Sobre esta cuestión me he referido varias veces en mi última encíclica, Caritas in veritate, llamando la atención sobre una urgente necesidad moral de una renovada solidaridad, no sólo en la relación entre los países, sino también entre los individuos, porque el ambiente natural es dado por Dios para todos y su uso merece una responsabilidad personal hacia toda la humanidad, en particular hacia los pobres y las generaciones futuras".

a responsabilidad por la creación es común, y por ello la Iglesia no sólo está comprometida en la promoción de la defensa de la tierra, del agua y del aire, donados por Dios a todos, sino que se empeña en proteger al hombre contra la destrucción de sí mismo.

“En efecto, cuando la ecología humana es respetada en la sociedad, también la ecología ambiental obtiene beneficios. ¿No es acaso verdad que el uso desconsiderado de la creación comienza allí donde Dios es marginado o donde se niega su existencia? Si se reduce la relación de la criatura humana con el creador, entonces la materia se reduce a posesión egoísta, el hombre se convierte en la última instancia, y el objetivo de la existencia se reduce a ser una afanada carrera para poseer lo más posible”.

“La creación, materia estructurada de manera inteligente por Dios, está confiada a la responsabilidad del hombre, que está en grado de interpretarla y de remodelarla activamente, sin considerarse como el dueño absoluto. El hombre está llamado a ejercer un gobierno responsable para custodiarla, obtener beneficios y cultivarla, encontrando los recursos necesarios para una existencia digna para todos”,“con la ayuda de la misma naturaleza y con el compromiso del propio trabajo e inventiva, la humanidad es capaz de absorber el grave deber de consignar a las nuevas generaciones una tierra que a su vez ellas podrán habitar dignamente y ulteriormente cultivar. Para que esto se realice, es indispensable el desarrollo de aquella alianza entre el ser humano y el medio ambiente que debe ser reflejo de amor creador de Dios”.

santa Mónica y san Agustín, unidos en la tierra por vínculos familiares y en el cielo por el mismo destino de gloria. “Que su ejemplo os empuje a vosotros, jóvenes, a la búsqueda sincera y apasionada de la Verdad evangélica; que os despierte en vosotros, enfermos, el valor redentor del sufrimiento ofrecido a Dios en unión al sacrificio de la Cruz; que os sostenga a vosotros, recién casados, en el generoso testimonio de la gratuidad del amor de Dios”.

UN CACHITO DE CIELO

¡Qué Cruz!

¡Qué Cruz!... Como es sabido, parece que las cabezas del nuevo socialismo español tiene voluntad política de quitar la cruz o los crucifijos de los lugares públicos del territorio nacional. No faltan quienes dicen que es una maniobra para distraer al público espeso y municipal de las crisis (en plural) que el gobierno español tiene en mano.

Con independencia de que así sea, el asunto es de una minusvalía intelectual o alelamiento capaz de dejar estupefacto al mundo mundial no afecto (por oficio o por beneficio) a la secta del zapaterismo activo.

La religión cristiana y las otras religiones pueden contribuir al desarrollo solamente si Dios tiene un lugar en la esfera pública, con específica referencia a la dimensión cultural, social, económica y, en particular, política. La doctrina social de la Iglesia ha nacido para reivindicar esa «carta de ciudadanía» de la religión cristiana. La negación del derecho a profesar públicamente la propia religión y a trabajar para que las verdades de la fe inspiren también la vida pública, tiene consecuencias negativas sobre el verdadero desarrollo. La exclusión de la religión del ámbito público, así como, el fundamentalismo religioso por otro lado, impiden el encuentro entre las personas y su colaboración para el progreso de la humanidad. La vida pública se empobrece de motivaciones y la política adquiere un aspecto opresor y agresivo. Se corre el riesgo de que no se respeten los derechos humanos, bien porque se les priva de su fundamento trascendente, bien porque no se reconoce la libertad personal. En el laicismo y en el fundamentalismo se pierde la posibilidad de un diálogo fecundo y de una provechosa colaboración entre la razón y la fe religiosa. La razón necesita siempre ser purificada por la fe, y esto vale también para la razón política, que no debe creerse omnipotente. A su vez, la religión tiene siempre necesidad de ser purificada por la razón para mostrar su auténtico rostro humano. La ruptura de este diálogo comporta un coste muy gravoso para el desarrollo de la humanidad.

CARTA ENCÍCLICA CARITAS IN VERITATE , 56

PARA TÍ



Esta canción va dedicada a toda la audiencia fiel de VS. ¡Enhorabuena! y ... ¡A bailaaar!

CONCESO SOBRADILLO CASADO




Conceso Sobradillo Casado (ver VS 12/4/2008, éste blog es y será un homenaje a él, ya hemos cumplido 1 año de vida, con miles de visitas y con mas de 300 mensajes) nació en Valladolid (España) el 8-IV-1962. Pidió la admisión como Agregado. Estudió la carrera de Derecho y ejerció como abogado durante unos años. Destacó por el espíritu de servicio que prodigaba con sus amigos y colegas, a los que procuraba también acercar a Dios y con los que a lo largo de los años siguió manteniendo siempre el trato. Fue ordenado sacerdote en 2001, y ejerció su ministerio en Valladolid. Además de darse sin reservas a la labor pastoral propia de la Prelatura, procuraba sacar tiempo para prestar ayuda y ofrecer su amistad a varios sacerdotes diocesanos. Falleció el 15-VIII-2005 a consecuencia de un accidente de tráfico, cuando viajaba hacia Colonia para atender a un grupo de jóvenes que participaban en la Jornada Mundial de la Juventud. Por su capilla ardiente pasaron un gran número de personas, sacerdotes y laicos de variadas condiciones. Muchos de ellos manifestaron su agradecimiento por la amistad leal y sacrificada que les había demostrado.


¡ASUMPTA AL CIELO; RUEGA POR NOS!

¡QUE EN EL CIELO NOS VEAMOS!

Cine con valores


Se acaba de extrenar en las salas de cine de México una gran pelicula "el estudiante" muy importante de ver pues, en estos tiempos no tenemos mucha suerte de encontrarnos con guiones buenos, llenos de valores, de cosas buenas, donde aprendemos o recordamos algo util para vivir la vida en paz. Aunque no estamos en temporada escolar, pero cuando se pueda ver en España si que lo estaremos, desde VS recomendamos verla en estas noches de calor junto a una cerveza.

Esta pelicula lleva como lema "el corazón no se cansa de aprender" y es verdad, porque cada dia estamos aprendiendo algo nuevo, de los jovenes, niños, ancianos, del pobre de al lado de mi casa,... porque el refranero popular es muy acertado:"no te acostarás sin saber algo más"




Para leer




MARIA: MADRE DEL REDENTOR Y MADRE DE LA IGLESIA (2ª ED.)

de Miguel Ponce Cuéllar
Herder 2001 35 E.



TRACTADO DE LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN ( Posterior a 1335)

de Don Juan Manuel ( 1282/1348 )

Autor del libro del Conde Lucanor (1335)





Coronada de cielos


¿A dónde va, cuando se va, la llama?
¿A dónde va, cuando se va, la rosa?
¿Qué regazo, qué esfera deleitosa,
qué amor del Padre la alza y la reclama?



Esta vez como aquélla, aunque distinto;
el Hijo ascendió al Padre en pura flecha.
Hoy va la Madre al Hijo, va derecha,
al Uno y Trino, al trono en su recinto.



Por eso el aire, el cielo, rasga, horada,
profundiza en columna que no cesa,
se nos va, se nos pierde, pincelada
de espuma azul en el azul sorpresa.



No se nos pierde, no; se va y se queda.
Coronada de cielos, tierra añora
y baja en descensión de Mediadora,
rampa de amor, dulcísima vereda.



Gerardo Diego

(1896-1987)

Amor de Dios



Aprenda los valores que le enseña la iglesia mediante este video. Comprende el amor de Dios por tí.