El medio ambiente y el desarrollo humano
El tema de la catequesis de ayer ha sido la relación del ser humano con la naturaleza, que es creación de Dios.
El Papa ha explicado que las vacaciones de verano nos han dado a todos la oportunidad para agradecer a Dios el don precioso de la creación, de la cual es posible gozar, no sólo durante los períodos vacacionales.
Aunque ha reconocido que en la actualidad existen problemas con ella:Los diferentes fenómenos de degradación ambientales, y las calamidades naturales que lamentablemente las crónicas de los medios nos señalan, nos reclaman la urgencia por el respeto debido a la naturaleza, recuperando y valorizando en la vida diaria una correcta relación con el ambiente. Hacia estos temas que suscitan la justa preocupación de las autoridades y de la opinión pública, se va desarrollando una nueva sensibilidad que se expresa en la multiplicación de encuentros, incluso en ámbito internacional".
La tierra es un don precioso del creador, que ha diseñado su orden intrínseco, dándonos así las señales orientadoras para poder administrar su creación,siendo éste, el marco en el cual actuamos como seres humanos y como creyentes.
"Es precisamente a partir de esta conciencia que la Iglesia considera las cuestiones relacionadas con el ambiente y su salvaguardia, íntimamente conectadas con el tema del desarrollo humano integral. Sobre esta cuestión me he referido varias veces en mi última encíclica, Caritas in veritate, llamando la atención sobre una urgente necesidad moral de una renovada solidaridad, no sólo en la relación entre los países, sino también entre los individuos, porque el ambiente natural es dado por Dios para todos y su uso merece una responsabilidad personal hacia toda la humanidad, en particular hacia los pobres y las generaciones futuras".
a responsabilidad por la creación es común, y por ello la Iglesia no sólo está comprometida en la promoción de la defensa de la tierra, del agua y del aire, donados por Dios a todos, sino que se empeña en proteger al hombre contra la destrucción de sí mismo.
“En efecto, cuando la ecología humana es respetada en la sociedad, también la ecología ambiental obtiene beneficios. ¿No es acaso verdad que el uso desconsiderado de la creación comienza allí donde Dios es marginado o donde se niega su existencia? Si se reduce la relación de la criatura humana con el creador, entonces la materia se reduce a posesión egoísta, el hombre se convierte en la última instancia, y el objetivo de la existencia se reduce a ser una afanada carrera para poseer lo más posible”.
“La creación, materia estructurada de manera inteligente por Dios, está confiada a la responsabilidad del hombre, que está en grado de interpretarla y de remodelarla activamente, sin considerarse como el dueño absoluto. El hombre está llamado a ejercer un gobierno responsable para custodiarla, obtener beneficios y cultivarla, encontrando los recursos necesarios para una existencia digna para todos”,“con la ayuda de la misma naturaleza y con el compromiso del propio trabajo e inventiva, la humanidad es capaz de absorber el grave deber de consignar a las nuevas generaciones una tierra que a su vez ellas podrán habitar dignamente y ulteriormente cultivar. Para que esto se realice, es indispensable el desarrollo de aquella alianza entre el ser humano y el medio ambiente que debe ser reflejo de amor creador de Dios”.
santa Mónica y san Agustín, unidos en la tierra por vínculos familiares y en el cielo por el mismo destino de gloria. “Que su ejemplo os empuje a vosotros, jóvenes, a la búsqueda sincera y apasionada de la Verdad evangélica; que os despierte en vosotros, enfermos, el valor redentor del sufrimiento ofrecido a Dios en unión al sacrificio de la Cruz; que os sostenga a vosotros, recién casados, en el generoso testimonio de la gratuidad del amor de Dios”.
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